Tensión en Oriente Próximo por conflicto en Libia y la doctrina expansiva de Turquía

Tropas trucas se desplazan en la región y ven un "retorno de los Otomanos" / REUTERS

MUNDO | 4 Abr 2021

VISOR BOLIVIA / AGENCIAS.- La región de Oriente Próximo, compuesta por al menos 18 países, ha comenzado una escalada de tensión que tiene a Turquía y Libia en el foco de la atención. Por un lado, crece la guerra interna en la nación que apuntaló la Primavera Árabe hace una década, mientras que la presidencia de Recep Tayyip Erdogan, piensa en consolidar mayor influencia en la zona.

Oriente Próximo vuelve a generar interés mundial, después de que Turquía incrementara su intervención en la guerra civil de Libia el año pasado. Paralelamente, la primera acción de la administración de Joe Biden desde la Casa Blanco fue “sugerir” el retiro inmediato de las tropas turcas y rusas que intervienen en la zona en conflicto.

“Conforme al acuerdo de alto al fuego de octubre, pedimos a Turquía y a Rusia que comiencen inmediatamente la retirada de sus fuerzas del país y el repliegue de mercenarios extranjeros y sustitutos militares que contrataron, financiaron, desplegaron o apoyaron en Libia”, manifestó el pasado 28 de enero el embajador a.i. de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Richard Mills.

Esa declaración parece quitar respaldo al mariscal Khalifa Haftar, que desde 2019 enfrenta al Gobierno de Acuerdo Nacional (sigla GNA), con su base en la capital de Libia, Trípoli, que fue reconocido por la Naciones Unidas.

El despliegue de fuerzas militares turcas en Libia se sustenta en un acuerdo que Erdogan firmó con el GNA en diciembre pasado, con vigencia de un año y medio.

Rusia, a través de su embajador ante NNUU, Vassily Nebenzia, recordó que en 2011 se produjo la “agresión occidental” en Libia que derivó en la caída del dictador Muamar el Gadafi, y por ello, Moscú “siempre ha preconizado la solución pacífica de la crisis libia por los medios políticos y diplomáticos”.

Con estas acciones, Erdogan se va alejando de la doctrina turca de “cero problemas” y también ha cuestionado el orden fronterizo derivado de los acuerdos de Sykes - Picot y el Tratado de Lausana, en lo que ve como una oportunidad para hacer valer los intereses de Turquía en un futuro reparto de influencias en la región.

Además de Libia, Turquía también ha intervenido en el Cáucaso en apoyo de Azerbaiyán durante un reciente enfrentamiento con Armenia a principios de año.

La primera acción diplomática de Biden en Oriente Próximo se dio en Turquía / TWITTER

PRESENCIA DE BIDEN EN TURQUÍA

En marzo se reunieron los secretarios de Estado de EEUU y Turquía, Antony Blinken y Mevlut Cavusoglu, respectivamente, para tratar temas bilaterales y la situación del GNA.

Blinken instó a Cavusoglu para que Ankara renuncie a los sistemas de defensa aérea S-400 comprados a Rusia. El canciller turco descartó aquello por ser un contrato cerrado, pero ofreció instalar una comisión que investigue aspectos técnicos de los artefactos, considerados por Washington como una brecha en materia de seguridad.

“La forma en que el equipo de política exterior de Biden verá la agenda de Ankara en Libia va al corazón de una cuestión importante sobre la percepción de la nueva administración estadounidense de lo que muchos estados árabes consideran el "expansionismo" turco, o incluso el "neo-otomanismo", en el siglo XXI”, observa un reporte del portal The New Arab.

Precisamente, la nueva política exterior de Turquía parece apuntar a aquello, con la “reconstitución del imperio Otomano”, que está descrita en el libro Profundidad Estratégica de Ahmet Davutoglu, consejero y ministro de Erdogan.

El escritor del portal Magreb y editor de International Interest, Sami Hamdi, considera que en este contexto, se vuelve a hablar de hegemonías y pugnas entre EEUU y Rusia.

“Hoy, bien podría argumentarse que Estados Unidos ahora ve sus intereses en hacer retroceder a Turquía, imponer su propia presencia militar y proceder a expulsar a Rusia”, dijo Hamdi a The New Arab.

Presencia de barcos turcos en la frontera marítima con Grecia / REUTERS

LA DOCTRINA DE LA PATRIA AZUL

A esto se suma la doctrina marítima de Turquía, llamada La Patria Azul (Mavi Vatan).

“La Patria Azul es una doctrina que especifica que, como estado peninsular, Turquía tiene 8.333 kilómetros de costa junto con la península de Anatolia y Rumelia y el país tiene aproximadamente 462.000 kilómetros cuadrados de jurisdicciones marítimas en el Mediterráneo oriental, el mar Egeo, el mar de Mármara y el mar Negro en su conjunto”, explicaba el almirante turco Cihat Yayci a la agencia Sputnik News.

Desde 2020 la tensión se instaló también con Grecia, pues se ve a esta región marítima como una Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Turquía, que, según el militar turco, se ampara en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CDM) de 1982. La norma “otorga derechos limitados a los Estados ribereños en relación con las zonas económicas exclusivas (ZEE), en contraste con las aguas territoriales, pero esencialmente la ZEE se atribuye a la zona marítima de un Estado ribereño”.

Con todo, los siguientes meses parecen cruciales para ver el papel de Turquía en el Oriente Próximo y la acción que tome la administración de Joe Biden frente a una política de “oportunidad y expansión” que en siete años de gobierno viene gestando el presidente Recep Tayyip Erdogan.

//FUENTE: VISOR BOLIVIA / THE NEW ARAB / SPUTNIK NEWS//