Escribe Carlos Armando Cardozo

Cosas imposibles

Escribe Carlos Armando Cardozo

OPINIÓN | 20 Abr 2021

Gustavo Cerati, compartió entre sus grandes obras musicales esta joya, en la misma nos daba un recorrido eufórico por lo prohibido, el miedo a lo desconocido superado simplemente por el deseo de buscar aquello que más anhelamos, por encima de lo obvio y seguro, corriendo el riesgo de perderlo todo. No obstante, la recompensa de haber sido capaz de intentar hacer algo diferente a la monotonía de la rutina bien vale la aventura.

Es justamente lo que esperamos de Luis Arce Catacora luego de haber pasado la barrera de los 150 días (al día que escribo esta columna 159 días para ser preciso) al mando del país teniendo que lidiar con una crisis en múltiples frentes: salud, economía, institucional y por supuesto legitimidad política frente a la sombra permanente del ex presidente huido.

Una vez concluido este tortuoso ciclo electoral luego de los balotajes en Chuquisaca, Pando, La Paz y Tarija quedan 5 años bajo un nuevo contexto político en el que las regiones y el Nivel Central deberán sortear esos tires y aflojes mediante la negociación en pos de objetivos mayores, por lo menos están obligados dadas las circunstancias.

Apelando al gusto por la música del presidente Arce, y tomando prestados algunos versos de Cerati me permito citar el siguiente:

Aunque a veces se equivoquen (los políticos)

No confundo más (el ciudadano)

Voy a hacer que mis cenizas (la esperanza del ciudadano)

Vuelvan al papel (al discurso de un nuevo político)

El hecho que los políticos se equivoquen al asumir el poder no espanta a los ciudadanos de aún aventurarse a depositar su confianza en ellos a través del voto, conforme los procesos eleccionarios pasaron fuimos testigos que tanto oficialistas como opositores utilizaron los mismos argumentos gastados que alimentaban la polarización y de alguna manera les permitía sobrevivir sin mayor sustancia o propuesta de cara a la opinión pública como un referente válido.

En el caso del presidente Arce, el continúa el mismo camino, a pesar que su “victoria” respondía a un espaldarazo de la ciudadanía a la nueva versión del MAS, aquella post Evo Morales, sin embargo, más allá de discursos esperanzadores de David Choquehuanca parece ser que no se aventura más allá y el temor a lo desconocido impide que tome las medidas necesarias para el país, cuando más lo necesita.

Cuanto quisiéramos escuchar a Luis Arce Catacora cantar a todo pulmón acompañado de su guitarra el siguiente estribillo:

Quiero hacer

Cosas Imposibles

Cosas Imposibles

Siendo estas cosas imposibles, despojarse de su carga “ideológica” y orientar al Gobierno Nacional en pos de los objetivos principales:

Cosas Imposibles en materia económica como levantar las restricciones a las exportaciones de la agroindustria, asumir un programa de disciplina fiscal en materia de gasto público en lo que respecta a gasto corriente e inversión pública no necesaria para poder incrementar el presupuesto en salud con perspectivas de afrontar una 3ra ola del COVID-19 tanto en su fase preventiva a través de la inmunización de la población como también la atención de pacientes enfermos en diversos grados.

Paralelamente a través de un programa de disciplina fiscal levantar el asedio impositivo al golpeado sector privado nacional, retroceder en políticas como el incremento salarial para esta gestión y posiblemente las subsiguientes para generar las condiciones necesarias dirigidas al fortalecimiento y expansión del tejido empresarial privado boliviano.

Reorientar la política monetaria fuera de la inyección permanente de liquidez, proteger el sistema financiero a través de un sinceramiento de las tasas de interés y así poner un freno al crecimiento de la “burbuja financiera” alimentada por programas excesivamente optimistas en lo que respecta a crédito productivo. Dejar al sistema financiero recapitalizarse “naturalmente” en función del crecimiento económico, incremento de los ingresos familiares y la posterior consolidación del ahorro privado.

Cosas Imposibles en materia económica frente al obvio costo de oportunidad: el poder político. Pero ¿de qué poder político hablamos? si el presidente Arce se encuentra refugiado en eventos liderados por su antecesor con una cúpula desgastada de: ex dirigentes “sociales”, ex autoridades ministeriales, senadores y diputados aún fieles al caudillo; es decir Arce está en su peor momento político, siendo, en teoría, la principal autoridad del país.

Si los ciudadanos aún nos aventuramos a apostar por esta clase política con más pecados y carencias que virtudes. Que esperan entonces los políticos para aventurarse y ser diferentes, tanto oficialistas y opositores. Cierro con un verso más del maestro Cerati:

Mi pasión del porvenir

Es la eternidad

No me hablen de esperanzas vagas

Persigo realidad

//*CARLOS ARMANDO CARDOZO LOZADA ES ECONOMISTA, MÁSTER EN DESARROLLO SOSTENIBLE Y CAMBIO CLIMÁTICO Y PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN LOZANÍA//

//**LOS TEXTOS REPRODUCIDOS EN ESTE ESPACIO DE OPINIÓN SON DE ABSOLUTA RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO COMPROMETEN LA LÍNEA EDITORIAL PLURAL – LIBERAL DE ESTE MEDIO DE COMUNICACIÓN//