ALBARRACÍN: FFAA DEBERÍAN PEDIR PERDÓN AL PAÍS POR LAS DICTADURAS

Con la partida de García Meza quedan temas pendientes, cuerpos desaparecidos, familiares en busca de la verdad

García Meza fue el único condenado de las dictaduras pese a haber gobernado con toda una cúpula militar / ARCHIVOS

POLÍTICA | 1 May 2018

VISOR BOLIVIA / Redacción Central.- El rector de la Universidad Mayor de San Andrés – UMSA, Waldo Albarracín, analizó el fallecimiento del general Luis García Meza como el fin de una era en el país y el momento para que las Fuerzas Armadas puedan cerras las heridas pidiendo perdón al pueblo por las dictaduras que enlutaron a miles de familias bolivianas.

Entrevistado en radio Panamericana, Albarracín recordó que Luis García Meza fue el último golpista que tuvo Bolivia, apoyado por los partidos políticos tradicionales como el Movimiento Nacionalista Revolucionario – MNR y Acción Democrática Nacionalista – ADN, que buscaban a toda costa acabar con las voces disidentes de la entonces clase progresista boliviana.

“Los militares nunca actúan solos”, recordó, pues aquella etapa golpista fue apoyada también por la llamada Doctrina de Seguridad Nacional impulsada desde Estados Unidos para acabar con los frentes comunistas en Sudamérica.

García Meza, fallecido el domingo por complicaciones cardiacas, dejó una carta póstuma en la que responsabiliza al general Hugo Banzer Suárez de haber planificado el sangriento golpe paramilitar del 17 de julio de 1980.

Las principales víctimas de esa jornada, en la toma de la Central Obrera Boliviana – COB, resultaron el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz y Carlos Flores. Sus cuerpos nunca fueron hallados.

Sin embargo, ellos no fueron los únicos desaparecidos de la última dictadura militar que vivió el país. Cientos de personas no volvieron jamás a sus hogares y hoy, tres décadas después, el grupo de familiares víctimas de las dictaduras, mantienen vigilias en procura de la desclasificación de archivos militares y un resarcimiento económico.

Albarracín cuestiona la labor del actual régimen, pues considera que existen pactos “por debajo de la mesa” entre la clase política y las Fuerzas Armadas para no esclarecer esos casos.

“Los militares deberían pedir perdón al país por lo que hicieron sus camaradas en contra del pueblo boliviano en el siglo XX”, agregó el defensor de derechos humanos, recordando que incluso la Iglesia Católica asumió su responsabilidad histórica por los errores de algunos clérigos.

Sobre el actual panorama político, Albarracín considera que si bien ya no existen dictaduras militares, los gobernantes “resucitan” a los viejos dictadores con sus políticas represivas y de irrespeto a los derechos humanos.

“Hoy se vive una democracia interdicta subordinada a una clase política”, reprochó.

La carpa de las víctimas de la dictadura lleva seis años frente al Ministerio de Justicia / WEB

Con el fallecimiento de García Meza se cierra una etapa para Bolivia, pues luego le sucedió una junta militar que encaminó la transición a la democracia. Incluso el general Guido Vildoso es reconocido por los gobiernos de la era democrática como un expresidente a quien se le facilita una renta y es invitado a eventos internacionales como sucedió con la demanda marítima en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

A su turno, Frank Campero, el abogado de García Meza, que lo acompañó durante los últimos cinco años, lamentó que el general amante del hipismo haya sido tomado por la historia como el único responsable militar de aquella etapa turbia en Bolivia.

En su análisis, ni Banzer o Natush Busch fueron objeto de procesos penales, pese a haber tenido mayores denuncias de muertes y masacres. En cambio García Meza quedó solo, traicionado por sus camaradas de las tres fuerzas militares y al no tener militancia ni partido político quedó solo frente a la justicia, con la consecuente sentencia a 30 años sin derecho a indulto que se le dictó en Sucre en 1993.

En su carta póstuma, García Meza acusa a varios miltiares por haber actuado a sus espaldas y pese a tener serios indi ios de corrupción solo fueron sentenciados en el mismo juicio ante la Corte Suprema de Justica a dos o un año de prisión.

Armando Reyes Villa, Waldo Bernal y Luis Arce Gómez son algunos miembros del Alto Mando que García Meza señala como responsables del régimen de facto que gobernó Bolivia entre julio de 1980 y agosto de 1981.

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