COCHABAMBA VIVIÓ SU EFEMÉRIDE CON BOCHORNO, VIOLENCIA Y REPRESIÓN
El intento de repostulación del binomio masista ha logrado dividir al país y no hay lugar en el que no se encuentren ambos bandos
SOCIEDAD | 14 Sep 2018
VISOR BOLIVIA / Redacción central.- La capital valluna de Bolivia vivió la efeméride 208 de Cochabamba entre bochornos, violencia y represión, en el contexto político que ha dividido al país en dos bandos: quienes defienden la democracia y aquellos que pugnan por mantener al binomio oficialista en el poder.
La sesión de honor de la Asamblea Departamental del jueves por la noche culminó con la violencia ejercida por asambleístas del gubernamental Movimiento Al Socialismo – MAS contra una legisladora opositora Lizeth Beramendi a quien terminaron sacando del salón El Portal, donde se encontraba el segundo Alvaro Garcia y el gobernador Iván Canelas.
Los opositores habían comenzado a gritar “Bolivia dijo No”, el coro que caracteriza a los grupos que reclaman respeto al voto ciudadano del referendo 21 de febrero de 2016 que cierra la vía constitucional para que Evo Morales opte por una nueva reelección presidencial.
La asambleísta por La Paz, Claudia Bravo, de filas de Unidad Nacional, también fue expulsada del lugar cuando gritaba frente a la testera donde se hallaba el vicepresidente y la jefa de la Brigada Parlamentaria cochabambina, Carola Arraya, quien bajó para empujar y “desalojar” personalmente a la invitada paceña.
Bravo denunció que fue agredida al punto de tener los brazos con moretones.
Los oficialistas argumentaban que aquel no era el espacio ni lugar para consignas políticas. Garcia dijo que los opositores "insultaban a Cochabamba".
El tema no paró este viernes, y durante el desfile cívico, las plataformas ciudadanas se hicieron presentes para volver a expresar el rechazo a los intentos de repostulación y perpetuación del binomio del MAS.
Un contingente policial fue desplegado en el trayecto y sobre todo en el palco, donde estaba el gobernador Canelas y la alcaldesa interina Karen Suárez.
A la altura de la plaza Colón, la policía comenzó a reprimir a los activistas que vestían poleras con el símbolo “21F”. Gases lacrimógenos y golpes salieron desde los uniformados y otros guardias de tránsito.
Imágenes captadas por medios locales demuestran que los activistas de las plataformas ciudadanas fueron cercados e impedidos de acercarse al palco oficial, mientras la represión ocurrió cuando otro grupo hacia su ingreso en el desfile cívico.
Ese cerco ya se registró en el desfile cívico de Potosí, donde se realizó el acto del 6 de Agosto, cuando miles de policías e incluso militares fueron desplazados para evitar que las plataformas ciudadanas tengan contacto con el mandatario Evo Morales. Cuando éste dejó el palco oficial, recién se comenzó a abrir paso a todos los ciudadanos.
Hoy, en Cochabamba, la gente, aglutinada en bancas habilitadas en las aceras de las principales avenidas, se dividía entre quienes portaban banderines con el lema “Bolivia dijo No” y otros que respondían arengando “Evo, Evo”.
El caso, se prevé, tendrá un nuevo episodio este 24 de septiembre en la capital cruceña, cuando se realicen los actos oficiales por el aniversario de Santa Cruz.
//@VisorBolivia//
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