Lidia Catari: Evo y Sánchez Berzaín bromeaban en Palacio mientras las mujeres buscábamos soluciones

Lidia Catari entrevistada por María Cristina Viscarra en Santa Cruz / RRSS

POLÍTICA | 25 Sep 2019

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- Lidia Catari de Cárdenas, esposa del candidato presidencial Víctor Hugo Cárdenas, desafío a un debate a las otras parejas de los políticos que buscan la primera magistratura del Estado. Asimismo, recordó, en su calidad de segunda dama de la nación hace 22 años, cómo conoció al dirigente cocalero Evo Morales y la forma que tenía éste para manipular a las mujeres de sus bases sindicales.

Lidia Catari, casada con el candidato katarista de Unidad Cívica Solidaridad – UCS hace casi tres décadas, fue entrevistada ayer, por la exdiputada cruceña María Cristina Viscarra para las redes sociales, en un espacio informal de desayuno, en el que reveló algunos detalles de su paso por Palacio de Gobierno cuando ejercía funciones sociales para las mujeres y la niñez.

Con orgullo, Catari recuerda que fue la primera mujer de pollera en ocupar el cargo de primera dama de la nación, cuando su esposo, Víctor Hugo Cárdenas, asumía la Presidencia de la República en interinato ante algún viaje del entonces dignatario Gonzalo Sánchez de Lozada.

En ese contexto histórico, también reconoció el aporte de Remedios Loza como primera mujer de pollera en llegar a la Cámara de Diputados para abrir a la chola andina un espacio en la política. Hoy se ha avanzado en ese ámbito de inclusión y eso se puede destacar, afirma, del llamado proceso de cambio.

Entre 1993 y 1997 los esposos Cárdenas Catari llevaron adelante los 15 puntos de la “agenda katarista” en su alianza con el Movimiento Nacionalista Revolucionario – MNR, que en ese periodo y con Sánchez de Lozada a la cabeza, aprobó la Participación Popular, creó el Instituto de Reforma Agraria con la titulación de tierras para las naciones originarias e implantó bases de la Reforma Educativa multicultural, entre otras medidas estatales.

Pero también fue la época en la que se inició la lucha corporativa que en unos años tendría como corolario las guerras del agua y del gas, con el derrocamiento del segundo gobierno de “Goni” y su nuevo vicepresidente Carlos Mesa, que tuvo que asumir el poder en medio de la convulsión social y el deterioro de los partidos tradicionales.

Catari afirma que nunca fue "florero" durante el mando vicepresidencial de su esposo entre 1993 y 1997 / ARCHIVO WEB

En ese contexto, Evo Morales y Felipe Quispe fueron los puntales de los bloqueos al país y la presión sindical para lograr la extensión de los cultivos de coca y la implementación de maquinaría y tecnología en el campo, respectivamente.

Lidia Catari recuerda cómo en una ocasión llegó la marcha de las mujeres cocaleras del Chapare a Palacio de Gobierno, con la petición de la liberación de algunos productores de la hoja que habían sido detenidos por la Policía en las labores de erradicación de cultivos.

Catari junto a la primera dama Ximena Iturralde, se reunieron durante horas con las mujeres del trópico de Cochabamba, en un ambiente tenso, pero de respeto.

Tras declarar cuarto intermedio, ella subió a los despachos del Ejecutivo para hablar con el entonces ministro del Interior, Carlos Sánchez Berzaín, que estaba acompañado de un dirigente cocalero, riendo y viéndolas a ellas desde un balcón. El acompañante del "Zorro" era Morales Ayma.

“Yo subí para poder hablar con el ministro, estaba hablando con el señor Evo Morales y es ahí que me dicen quién era él y que había traído a las mujeres a La Paz. Ambos estaban hablando, ellos bromeándose bien mientras nosotras discutiendo y tratando de solucionar, eso no se me pierde, por eso digo él sabe cómo manejar a las masas, cómo movilizar a la gente, por eso este Gobierno nos está haciendo todo esto y como está pasando”, recordó Catari.

Una de las tantas imágenes entre el "Zorro" Berzaín y un joven dirigente cocalero Morales en los 90s / ARCHIVO DATOS

La desconfianza de Catari con Morales se consolidó una década después, en marzo de 2009, cuando una turba del altiplano llegó a su propiedad en Huatajata para arrebatarle su propiedad.

“¡Recuperado para el pueblo, carajo!”, fue el cartel que colocaron los manifestantes aliados al MAS en la casa de la familia Cárdenas Catari, luego de agredir con golpes, piedras y chicotes a la mujer, dos de sus hijos y una familiar, todo porque Víctor Hugo Cárdenas había iniciado la campaña por el voto “No” a la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado.

Han pasado diez años de aquel suceso y el inmueble que fue tomado para ejercer la “función social” de un asilo de ancianos, hoy está deshabitada y no existe avance procesal contra los cabecillas de la violenta turba, incluyendo al amauta que entronó a Morales en 2006 y el exalcalde de Achacachi, luego senador y ministro del “proceso de cambio”, Eugenio Rojas.

Finalmente, Catari lanzó un reto a las esposas de los candidatos a la Presidencia que hoy postulan por los nueve frentes políticos, para debatir en torno a la visión de la política que tiene cada una de ellas.

“Las mujeres no somos florero, tenemos capacidad de decisión”, señaló. Más tarde produjo un video en las redes sociales con ese reto a Elvira Salinas, Maziel Terrazas y las otras mujeres que podrían asumir el cargo ejecutivo de primera dama, que fuera retirado en la gestión de Morales Ayma, quien había negado entregar dicho despacho a su hermana Esther Morales, al carecer de una cónyuge formal en 2006.

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