Tensión por resultados: Denuncian portación de armas y dinamitas en ambos bandos

Personas portando armas de grueso calibre en un vehículo con placa asignada como "oficial" / RRSS

POLÍTICA | 23 Oct 2019

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- Desde la militancia del oficialismo y la oposición, sea el Gobierno o los activistas, se ha denunciado esta jornada la portación de armas y explosivos para generar violencia, en una sociedad cada vez más tensa por la incertidumbre de los resultados de la elección presidencial del domingo pasado.

Desde Santa Cruz se filmó a un grupo de personas que llevaban armas dentro de una vagoneta Nissan Patroll, color azul con placa de control 1340AGH, que según el registro de tránsito, corresponde a uso oficial, es decir, a funcionarios gubernamentales.

Las personas halladas en el vehículo, dos varones y dos mujeres, serían agentes de Inteligencia del Ministerio de Gobierno o miembros de UMOPAR, según la asignación de placas a ese tipo de vehículos.

Del otro lado, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, denunció en la noche que cuenta con informes sobre el presunto traslado de mochilas con explosivos y dinamitas, de parte de productores de coca de Yungas, para ser utilizados contra los ambientes del Tribunal Supremo Electoral - TSE, en la zona de Sopocachi.

“Lo que vaya acontecer en la plaza Abaroa esta noche va ser responsabilidad de quienes están promoviendo las movilizaciones. Se tiene información de que se ha repartido dinamita a personas que iban a estar al frente de las movilizaciones violentas”, declaró el funcionario en conferencia de prensa.

Desde las plataformas ciudadanas del 21F, hoy sumadas a las movilizaciones que exigen una segunda vuelta presidencial en Bolivia, a partir de los datos proyectados el domingo por el sistema de Transmisión de Resultado Electorales Preliminares - TREP y una encuestadora oficial, se denunció la presencia de francotiradores en edificios aledaños a la sede del TSE y de Sala Plena, en el ex hotel Radisson, donde se lleva el cómputo nacional.

Finalmente, el ambiente de tensión se disparó desde el llamado del mandatario candidato Evo Morales para que sus bases salgan a “defender la democracia”, pues él considera que ganó la elección con más de 10 puntos sobre el opositor Carlos Mesa y por tanto, no corresponde una segunda vuelta.

La Central Obrera Boliviana - COB, aliada al régimen de Morales y Garcia, convocó a un cabildo de las “organizaciones sociales”, donde su secretario ejecutivo Juan Carlos Trujillo, calificó como “traidores” a los vocales del TSE y al empresariado privado.

“Los primeros traidores están en el TSE, hay que identificarlos; los otros quiénes son, nos hemos dado cuenta que sea han aprovechado del proceso de cambio, se han beneficiado, se han llenado los bolsillos, son los empresarios que se han sumado al cabildo (cruceño) ellos son los traidores”, espetó amenazante.

Ningún vocal electoral, empero, se manifestó públicamente a favor o en contra de la segunda vuelta electoral, y los empresarios del oriente tampoco emitieron algún comunicado sobre el caso.

Para analistas, la violencia puede desbordarse en Bolivia a causa de la estrategia del régimen de Evo Morales para tratar de dividir al campo y la ciudad, a oriente contra occidente, como viene realizando hace 14 años.

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