Camacho: “Todos tienen chicote y palo, pero no todos tienen a Dios”

Luis Fernando Camacho anunció otro viaje a La Paz para este miércoles en la tarde / RRSS

SOCIEDAD | 5 Nov 2019

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- Bolivia ha pasado horas de tensión e intolerancia como no se había visto en muchos años. Desde el aeropuerto internacional de El Alto se dieron muestras de violencia política contra uno de los representantes de la llamada defensa de la democracia, el presidente cívico cruceño Luis Fernando Camacho, que pese a todo, afirma que volverá a la sede de gobierno.

Desde las 22 horas del lunes, Camacho y su comitiva quedaron retenidos dentro de instalaciones en el aeropuerto ubicado en la urbe alteña. Su presencia movilizó a decenas de militantes del Movimiento Al Socialismo - MAS y con las horas a cerca de 500 afines al régimen de Evo Morales, todos provistos con palos, chicotes y un discurso de odio racial.

“Racista, asesino, dictador, extranjero, delincuente”, fueron algunas de las iracundas expresiones lanzadas por la turba masista dentro y fuera de instalaciones del aeropuerto, incluso hasta la noche de este martes, cuando algunos sectores permanecían en vigilia en la avenida 6 de Marzo.

Los grupos masistas también gritaban “Evo no estás solo, carajo!” y “El Alto se respeta!”, identificándose como militantes del proceso de cambio.

La muchedumbre cercó el ingreso al aeropuerto y a su acción se sumó el “control social” para revisar el ingreso y salida de pasajeros nacionales e internacionales. Los vehículos particulares y taxis que trataban de entran al área eran requisados por la gente. También se pedían los boletos aéreos y cédulas de identidad para “autorizar” el paso de las personas.

Las arengas raciales, acusando a cualquiera, incluidos periodistas, de ser “racistas” fue la constante durante las casi 11 horas de tensión en El Alto.

Pasadas las 8 de la mañana, las hordas masistas ingresaron con gritos y golpes al área de resguardo del aeropuerto, sorprendiendo a la custodia policial que durante toda la jornada se dedicó a apoyar pasivamente a los militantes oficialistas. Con la llegada de “ponchos rojos de Omasuyus y mineros de Colquiri, se activó el desalojo de Camacho y los cívicos cruceños de retorno a Santa Cruz.

Resguardado por militares, Camacho fue ingresado a una avioneta de la FAB y dentro solo se les explicó que era una “operación militar”.

Ya en Santa Cruz, Camacho habló con los medios locales y expresó que sabía lo que podía pasar, pero volvió a responsabilizar al funcionario de SABSA, Iber Aguilar, de haber delatado su presencia en El Alto con el único fin de alentar la violencia de los grupos masistas.

Camacho explicó que no salieron de El Alto por voluntad propia sino que se les dijo que la turba había rebasado a la Policía. Solo dentro de la avioneta, luego de varios minutos se les dijo que estaban de retorno a Santa Cruz.

El cívico cruceño reiteró que el “mandato del cabildo” es la entrega de la carta de renuncia al mandatario Evo Morales en Palacio de Gobierno y por ello él retornará cuantas veces sea necesario a La Paz, empezando mañana a las 14 horas.

“Todos tiene chicote y palo, pero no todos tienen a Dios, no tenemos temor”, declaró.

Los sectores masistas asentados en El Alto amenazaron con mayor violencia contra Camacho si regresa a esa urbe. Los “ponchos rojos” le dieron 48 horas para renunciar al Comité Pro Santa Cruz, caso contrario, dijeron, se hará la toma de Nacional de Seguros, empresa en la que la familia del cívico es accionista, además de una fábrica de embutidos, que ya fue amedrentada ayer, pero que ha descartado cualquier relación con el líder cruceño.

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