Gobierno ve complot: Montaño y Valenzuela “manipularon” caso respiradores con una llamada de 16 minutos

Montaño, hoy asilada al lado de Evo Morales en Argentina, junto al entonces director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Salud / RRSS

POLÍTICA | 28 May 2020

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- La presidenta Jeanine Añez advirtió este jueves, que existe un complot político contra su gestión, más aún en la etapa de emergencia sanitaria por el coronavirus. Una llamada entre la exministra de Salud del Movimiento Al Socialismo (MAS), Gabriela Montaño, con uno de los principales implicados en el caso respiradores, sería prueba de esa "manipulación", afirma el diputado Tomás Monasterio.

Añez se refirió a la nueva etapa de mitigación que fue anunciada en la noche por la ministra de Comunicación, Isabel Fernández, como la siguiente fase para combatir la pandemia del Covid-19. Reiteró su pesar por las dificultades presentadas en el escándalo de los respiradores españoles con sobreprecio, pero dejó abierta la posibilidad de que aquello se trata de un complot interno y externo contra su gestión, pero ante todo contra la salud de la ciudadanía boliviana.

El caso se encuentra en investigación en el Ministerio Público y ha dejado al destituido ministro de Salud, Marcelo Navajas, en detención preventiva, pero también arrastró al exdirector de la Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento Médico (AISEM), Giovanni Pacheco, el denominado “testigo clave” del proceso de adjudicación, Fernando Humérez, y el exdirector general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Salud, Fernando Valenzuela.

Este último fue identificado como principal sospechoso del proceso de contratación para la compra de 170 respiradores con sobreprecio, desde la etapa de contacto con la empresa proveedora GPA Innnova de España y la intermediaria IME Consulting.

Valenzuela también fue hombre de confianza de Gabriela Montaño en el Ministerio de Salud e incluso antes, cuando trabajó para ella en la Cámara de Diputados y coordinó acciones con la Oficialía Mayor en la gestión de la presidenta de Diputados y militante del MAS.

Con esos antecedentes, esta jornada se conoció que Montaño, quien se encuentra en asilo en Argentina junto a Evo Morales, sostuvo una conversación de 16 minutos con Valenzuela el pasado martes, poco antes de la aprehensión del exfuncionario del Ministerio de Salud.

Para el diputado de Unidad Demócrata (UD), Tomás Monasterio, esa comunicación resulta más que sospechosa porque busca desestabilizar la gestión del Gobierno Constitucional.

“Con esto se evidencia que ese tentáculo de la corrupción masista ha estado operando detrás de este hecho con un fin muy claro, el buscar desestabilizar la gestión de la presidenta Jeanine Áñez”, declaró.

El diputado adelantó que existe además chats en WhatsApp que podrían evidenciar que Montaño mandaba “directrices, órdenes e instructivas” a Valenzuela para cometer este ilícito.

“Esto es algo mayor porque no solamente estamos ante un acto de corrupción sino a una manipulación artera por parte de las estructuras políticas del MAS", agregó Monasterio.

Valenzuela se mantuvo en el alto cargo en el Ministerio de Salud por decisión del anterior ministro Aníbal Cruz, quien dijo que no lo despidió “por razones humanitarias”, y que además era un funcionario “eficiente en su área”.

Se conoció que la presidenta Añez incluso pidió la destitución del funcionario, pero ni Cruz o su sucesor Navajas tomaron nota de esa orden.

Montaño respondió a través de un tuit a las nuevas revelaciones de este caso, aludió al ministro de Gobierno, y dijo que ella “no tiene nada que ver” en el escándalo de contratación de los 170 respiradores.

“En serio, justo cuando Jeanine Áñez necesita tapar ante el país el hecho más perverso de corrupción, Arturo Murillo hace un anuncio que pretende involucrarme a mí que estoy con refugio político hace seis meses fuera de Bolivia. Esto es una burla, esto no lo puede tolerar nadie”.

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