La reunificación de Crimea a Rusia activó sanciones desde la administración Biden

Encuentro de 2014 entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, con líderes de Crimea, Serguéi Aksiónov y Vladímir Konstantínov, y el alcalde de Sebastopol, Alekséi Chaly / KREMLIN NEWS

MUNDO | 20 Abr 2021

AGENCIAS.- El referendo del 16 de marzo de 2014 estableció la decisión de la península de Crimea, de reunificarse a la Federación de Rusia, luego de la crisis política que dejó la caída del gobierno de Víktor Yanukóvich y las protestas del Euromaidán.

Desde entonces, al menos dos encuestas nacionales reafirmaron la determinación ciudadana de anexar la zona a Rusia y no a Ucrania, con porcentajes de 93% en 2015 y 86% en 2019, en parte por los esfuerzos de Moscú por alentar el crecimiento económico de Crimea con inversiones de 20 mil millones de dólares en rubros como la construcción.

Sin embargo, la crisis en el este de Europa es creciente desde la presión que ejerce la nueva administración de la Casa Blanca, que el pasado 15 de abril impuso sanciones diplomáticas contra Rusia y a ocho miembros y entidades asociadas a lo que Estados Unidos llama la “ocupación” rusa en Crimea.

“Estamos listos para un diálogo tranquilo y profesional con la parte estadounidense en interés de encontrar formas de normalizar las relaciones bilaterales. Sin embargo, la realidad es que desde Washington escuchamos una cosa, pero en la práctica vemos otra completamente diferente. Que haya duda, ninguna "ola" de sanciones quedará sin castigo”, citó la Cancillería rusa, luego de responder a EEUU con la misma expulsión de diplomáticos.

En ese marco, el presidente norteamericano Joe Biden apuesta por mantener apoyo a Ucrania y su política de anexión de Crimea.

El profesor del a Universidad de Ottawa, Paul Robinson, explicó al canal ruso RT, que la población de la península apoya la unión con Rusia, y esto genera la molestia de EEUU.

“Este es un gran problema para los líderes occidentales, que insisten en que las sanciones contra Rusia permanecerán vigentes hasta que Crimea sea devuelta a Ucrania, porque esto nunca sucederá. No solo sería políticamente suicida que cualquier gobierno ruso intentara tal cosa, sino que la propia población de Crimea se opondría, y uno puede imaginar que, si se lo empuja, podría hacerlo violentamente”.

Ciudad turística de Simferópol, dentro del territorio de la península que continúa en disputa entre Rusia y Ucrania / WIKIPHOTO SPACE

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, aseguró que Biden espera consolidar una relación “más estable” con su homólogo Vladimir Putin, en torno a este conflicto que poco a poco se va nombrando como “la nueva guerra fría”.

“Cuando sea posible, EEUU también buscará oportunidades de cooperación con Rusia, con el objetivo de construir una relación más estable y predecible que sea consistente con los intereses de EEUU".

El referendo de 2014 fue rechazado por 13 países encabezados por EEUU, en la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 15 de marzo, pero Rusia aplicó su derecho a veto y con ello activó el proceso electoral en Crimea.

La jornada no estuvo exenta de tensiones internas que incluyeron la amenaza de sectores pro Ucrania de hace volar el gasoduto que provee el carburante a Crimea.

Ucrania lleva permanentes actos de presión por mantener su influencia sobre Crimea con cortes de servicios básicos como luz y agua.

Solo el día del referendo, los ministros de Defensa de Rusia y Ucrania acordaron una tregua en las bases de la península hasta el 21 de marzo y el Ejército ucraniano comenzó a reponer suministros en sus instalaciones de Crimea, según reportó The Guardian.

Crimea decidió esa noche anexarse a la Federación de Rusia y los concejales del Ayuntamiento de Sebastopol, la capital, votaron por integrar la ciudad como territorio soberano federal con estatus similar a Moscú o San Petersburgo.

“Devolver Crimea a Ucrania significaría obligar a las personas a vivir en un país en el que no quieren vivir. No solo es difícil ver cómo se podría hacer esto, sino que también es imposible ver cómo podría justificarse en términos de los derechos humanos que a los líderes occidentales les encanta citar”, concluye Robinson.

//FUENTE: RT / SPUTNIK NEWS//