Del Castillo, furibundo, niega el fraude de 2019 y pide a CC y Creemos elaborar una proposición acusatoria para enjuiciar a Áñez

Del Castillo no reparó en adjetivos para descalificar al anterior gobierno y a la oposición / CAPTURA DIPUTADOS

POLÍTICA | 8 Jun 2021

VISOR BOLIVIA / Redacción.- Tras una sesión vergonzosa, que incluyó peleas entre oficialistas y opositores, la interpelación al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, concluyó con el pedido de éste para que las bancadas de Comunidad Ciudadana y Creemos elaboren una proposición acusatoria contra la expresidenta Jeanine Áñez, caso contrario, serán cómplices del “clan mafioso, golpista y asesino”.

El ministro, exjefe de Gabinete en el Senado durante la gestión de Adriana Salvatierra en 2019, no ahorró adjetivos para atacar al anterior gobierno, sobre todo a la expresidenta constitucional, con términos como “asesinos, dictadores, clan mafioso, golpistas, ladrones”, etc., esto pese al pedido del presidente de la Cámara de Diputados para evitar alusiones, dada la tensión que se vivía en el hemiciclo.

“Seamos la generación del bicentenario (…) Hagamos justicia para el pueblo boliviano”, dijo Del Castillo a las bancadas opositoras, a las que antes había denostado con los mismos términos que a Áñez.

Caso contrario, advirtió, “serán automáticamente cómplices” de los hechos de noviembre de 2019, como las muertes registradas en Senkata y Sacaba.

Precisamente, en los palcos se hicieron presentes representantes de las denominadas “víctimas de la masacre”, con carteles que pedían “justicia” para los 34 muertos de El Alto y Cochabamba.

VERGONZOSA SESIÓN

Desde el inicio de la interpelación, la tensión fue subiendo de tono cuando el ministro pidió proyectar un video para “contextualizar las respuestas al pueblo boliviano”.

El video mostró imágenes violentas de los hechos post electorales en octubre y noviembre de 2019, hasta la renuncia de Evo Morales. Los clips se mezclaron con los enfrentamientos en las zonas de Senkata y Sacaba, las fotos de Carlos Mesa, Jeanine Áñez y Arturo Murillo.

En ese contexto, el senador de Creemos por Santa Cruz, Henry Montero, fue a reclamar al presidente de Diputados, Freddy Mamani. La diputada del Movimiento Al Socialismo (MAS), María Alanoca, se acercó a la testera y empujó al legislador, lo que provocó el reclamo de éste.

El diputado potosino del MAS, Gabriel Colque, llegó y luego de un forcejeo comenzó a dar golpes a Montero. El senador reaccionó y ambos se agarraron a puñetes, mientras Alanoca y la diputada opositora Tatiana Áñez también peleaban con jalones de cabello.

Montero pidió "disculpas a todos los bolivianos", luego del escándalo, y explicó que la trifulca se produjo por las constantes alusiones del ministro a la oposición, calificando a todos como "asesinos y criminales".

Por su parte, Colque justificó la reacción porque el opositor estaba "agrediendo" al presidente de Diputados, y cuando su persona fue a pedir calma, recibió "un codazo disimulado" que desencadenó este episodio. También, en tono de víctima, acusó “discriminación” y dijo que el MAS busca “la reconciliación y fortalecer el proceso de cambio”. Anteriormente, Colque ya había "amenazado" con ir a los golpes al diputado cruceño Erwin Bazán.

Ministro encabezó la "captura" de Áñez en Trinidad , la madrugada del 13 de marzo / ABI

DEL CASTILLO CONTRA ÁÑEZ

La interpelación fue convocada para que Del Castillo explique la forma en la que se produjo la aprehensión y posterior detención preventiva de la expresidenta, el pasado 13 de marzo en Beni, para su traslado inmediato a La Paz.

El ministro justificó el operativo, que encabezó junto a la Policía Nacional, y dio lectura al certificado médico forense tomado a Áñez en el aeropuerto de Trinidad que estableció que la exdignataria no tenía “ninguna dificultad en la ambulación” y que se encontraba “estable consciente y sin signos de riesgos a la salud de la persona”.

Sobre el escándalo entre los legisladores, que diputadas de oposición le atribuyeron por encender los ánimos con su discurso político, Del Castillo pidió disculpas en tono irónico.

“Pido disculpas, pero era necesario convertirnos en un micrófono de esas personas a las que han silenciado sus voces a través de las balas, a través de la persecución, pido disculpas si he citado a su líder que firmó un decreto supremo con licencia para matar al pueblo boliviano”, manifestó.

Asimismo, el funcionario de Gobierno reiteró la hipótesis del MAS sobre el “golpe de Estado” contra Evo Morales y negó que haya existido fraude electoral en los comicios del pasado 20 de octubre de 2019.

Conminó a la oposición a “comprobar” con actas en mano, que se haya alterado el resultado de esa elección, que le daba los diez puntos necesarios a Morales para ser reelecto por tercera vez consecutiva.

Criticó a los legisladores de ambas bancadas y les dijo que existen informes y publicaciones de la Fundación Carolina “que dice que la OEA tuvo injerencia” en las elecciones en Bolivia, así como documentos del MIT, CPR, CELAC, Washington Post, NY Times, que niegan el “fraude”, pero que para los opositores “es un panfleto”.

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