Desde Santa Cruz responden a la arremetida política del régimen masista

Desde 2016 el Cristo Redentor es el centro de reunión de los cabildos cruceños contra el régimen del MAS / ARCHIVOS

POLÍTICA | 26 Dic 2021

VISOR / Redacción.- El régimen masista se ha encaminado en una campaña de desprestigio contra el liderazgo cruceño, que hoy en día, junto a Potosí, es el contrapeso a la hegemonía del poder estatal. El bullado caso de los ítems fantasmas es el instrumento para tratar de perseguir y estigmatizar a toda Santa Cruz.

Desde el jefe cocalero Evo Morales hasta el vocero presidencial Jorge Richter o los legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS), todos coinciden en el discurso de que el caso de la Alcaldía de Santa Cruz es una muestra de la “corrupción de las logias cruceñas”, y en último caso es una estrategia para tratar de implicar a esos funcionarios ediles con el falso “golpe” de noviembre de 2019.

Así lo manifestó el periodista y excandidato municipal Gary Áñez, al señalar que el objetivo político del Gobierno es montar un caso de “financiamiento al golpe” desde las instancias estatales subnacionales, para terminar de cerrar el círculo y dejar esa narrativa “oficial” de que el MAS y Morales fueron las “víctimas” del movimiento ciudadano que hizo la resistencia de los 21 días, tras el fraude electoral de aquel año.

Áñez afirma que al MAS le interesa acabar con la resistencia cruceña, imponer una cultura de miedo para que la ciudadanía no vuelva a salir a las calles, como lo hace en los ya característicos cabildos del Cristo Redentor.  

El caso de los ítems fantasmas involucra a la gestión de Percy Fernández y Angélica Sosa, con ramificaciones en otras entidades cruceñas. 

Morales está en campaña contra el liderazgo cruceño y desde su palestra en la radio cocalera Kausachum Coca descalificó a la institucionalidad del oriente, reiterando apelativos como “logias”.

“El verdadero fraude institucional está en Santa Cruz, las logias que ahora están enfrentadas, en la competencia de quién roba más, con empresas haciendo política y robando la plata del pueblo", declaró.

El vocero Richter había calificado a esa institucionalidad y al modelo cruceño como “agotados” y que las “logias” del poder político, cívico y empresarial “lograron apropiarse” de entidades como la Cooperativa Rural de Energía (CRE), Cooperativa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado (SAGUAPAC), los colegios de profesionales y otros.

En ese marco, el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho respondió a esos dichos del vocero de Luis Arce.

“El modelo que se agotó es el de ustedes. El autoritario, el que usa la justicia como brazo operativo, el que pisotea los derechos de la gente y se impone a la fuerza. El modelo cruceño sigue generando empleo y produciendo el alimento de más del 70% del país”, escribió en Twitter.

Sobre las alusiones a la “corrupción cruceña”, Camacho también respondió al MAS.

“No intenten tildar de corrupto al pueblo cruceño, acá trabajamos, sabemos ganarnos el pan del día, sabemos sembrar y crear desarrollo A PESAR de ustedes”, acotó.

Sin embargo, Camacho sí ha entrado en el juego del régimen masista al abrir un conflicto interno con la anterior administración de la Gobernación, que tuvo a Rubén Costas como prefecto y gobernador durante 15 años seguidos.

El jefe de Creemos acusó a Costas y su excandidato Roly Aguilera de haber desviado fondos de la Gobernación para la campaña proselitista durante las últimas elecciones subnacionales.

El exsecretario general de la Gobernación cruceña exigió al expresidente cívico, demostrar sus acusaciones sobre ese caso, pero también por el supuesto “pacto de gobernabilidad” entre los Demócratas y el MAS, durante todos estos años.

Finalmente, Aguilera señaló que detrás de toda esta polémica se encuentra el supuesto asesor de Camacho, el peruano Wálter Chávez, quien fuera parte de la toma del poder de Morales Ayma desde 2005.

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