GARCÍA LINERA NO RESPONDIÓ SOBRE SU PARTICIPACIÓN EN CASO TERRORISMO, NO LE DEJARON

Carlos Valverde reitera que hubo contactos entre Raúl, hermano del vicepresidente, con el grupo irregular de Eduardo Rózsa

Eduardo Rózsa Flores operó en Bolivia entre 2007 a 2009

POLÍTICA | 20 Abr 2017

VISOR BOLIVIA/ Redacción central.- El caso terrorismo cumplió ocho años y las audiencias prosiguen en Santa Cruz con la convocatoria de testigos que poco o nada han aportado a la versión que los detenidos sostienen respecto al montaje que se hizo en torno a la figura de Eduardo Rózsa, gente afín al Gobierno y la oligarquía cruceña.

Uno de los nombres recurrentes durante los primeros años del caso fue el de Raúl García Linera, hermano del actual vicepresidente y exmiembro del grupo irregular Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK). Desde el “testigo clave” Ignacio Villa Vargas, alias “El Viejo”, hasta el entonces fiscal del caso Marcelo Soza, mencionaron al sujeto en grabaciones que nunca fueron tomadas en cuenta durante el proceso.

El miércoles, Raúl García, quien se dedica a dar clases de adoctrinamiento ideológico con auspicio de la Vicepresidencia, se presentó al juzgado para declarar sobre su supuesta relación con Rózsa y el caso terrorismo. En su intervención negó tener relación alguna con el caso y al salir se limitó a descalificar al investigador y periodista Carlos Valverde, quien lo señala en su libro “Maten a Rózsa”.

Con descalificaciones y argumentando que nunca viajó a Libia o algún país de origen de los cinco miembros del grupo irregular húngaro croata, el hermano del segundo mandatario afirmó que solo se trata de “enlodar” al vicepresidente con este tipo de convocatorias judiciales promovidas desde la defensa de los encausados.

Esta jornada, Valverde reiteró que hubo relación entre Raúl García Linera y la gente de Rózsa de acuerdo con la relación de llamadas que ambos mantuvieron en 2007.

Valverde lamentó que la comisión de fiscales y los jueces no hayan permitido que el abogado Gary Prado haga las preguntas respectivas al testigo sobre su presencia durante el interrogatorio a los sobrevivientes del operativo del 16 de abril de 2009, Mario Tadic y Elöd Tóásó.

Raúl García ayer, a su salida de la audiencia en Santa Cruz

¿QUÉ PASÓ?

Valverde además de reiterar los argumentos de su investigación, dio a conocer su versión sobre lo ocurrido entre 2007 y 2009 cuando el proceso constituyente estaba en pugna y se iba definiendo el cambio del Estado boliviano.

Según señaló, la burguesía cruceña se sentía amenazada y por ello acudió a Rózsa para confrontar al régimen de Evo Morales. Sin embargo, quien contactó al boliviano croata fue un miembro del Gobierno y Raúl García tuvo contacto con aquel grupo para gestar algo que todavía no se conoce. Los pasajes, además, fueron pagados por la Embajada de Venezuela.

En torno al vicepresidente, Valverde recordó que este tuvo reuniones con esa “burguesía camba” tratando de lograr acuerdos políticos y económicos, pero cuando Rózsa ya comenzó a operar hubo un quiebre entre la cúpula cruceña que fue aprovechado por el otrora guerrillero del EGTK.

“Cuando la cosa no funcionó en la relación de García Linera con la institucionalidad cruceña, vaya uno a saber por qué, resulta que García Linera se convirtió en el más duro de todos y comenzó a hablar de la derrota política militar, de la traición y otro tipo de cosas”, señaló.

Dentro de la treintena de acusados en el caso terrorismo, la mayoría sino su totalidad perteneció al Grupo La Torre que, según Valverde, pagó cara esa sociedad con Rózsa con extorsiones por encima de los 80 mil dólares promovidas desde el exfiscal Soza.

Y es que Rózsa promovía la “Defensa de Santa Cruz” con instructivos enviados a su gente en los que se hablaba de tener nombres clave, coordinación entre vecinos, equipamiento para combatir y resistir, entre otras cosas como identificar a los masistas o venezolanos y cubanos infiltrados en la capital oriental bajo el “plan de ayuda médcia”. La violencia empero, fue rechazada por la ciudadanía cuando se dio el atentado a la casa del cardenal Julio Terrazas pocos días del operativo de la UTARC en el Hotel Las Américas.

El Gobierno a través de la UTARC intervino el céntrico hotel, infiltrando a su gente, apagando las cámaras de vigilancia y entrando a disparar a quemarropa a Eduardo Rózsa, Árpád Magyarosi y Michael Dwyer.

La versión del régimen es que hubo un intento de separatismo que incluía el magnicidio de Evo Morales. En el operativo hubo intercambio de balas y al resistirse, los terroristas fueron abatidos.

Los miembros de la Unidad Táctica de Resolución de Conflictos (Utarc), Wálter Andrade, Marilyn Vargas y Gary López, se presentaron el martes en una polémica audiencia en el Tribunal Primero de Sentencia de La Paz donde se cerró todo el piso para evitar el contacto de los policías con los medios o gente de la defensa. Acogidos a la abstención de declarar sobre temas de seguridad del Estado, no se conoció ningún detalle sobre lo ocurrido en esa sesión.

Libro de Carlos Valverde en el que expone todo el caso terrorismo

MÁS TESTIGOS

Otros testigos convocados en lo que va del año fueron el periodista John Arandia y el asambleísta y alto dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS) Gustavo Torrico.

El primero se acogió a la Ley de Imprenta por el secreto a la fuente cuando fue consultado sobre el llamado “video soborno” que implicó a Villa Vargas y el miembro de inteligencia Carlos Nuñez del Prado, hoy fallecido. El asambleísta, a su vez, calificó como una “pérdida de tiempo” su convocatoria.

Con todo, las declaraciones de los últimos testigos poco han aportado al caso y con los principales implicados fuera del país luego de haberse acogido al procedimiento abreviado, parece que solo resta la sentencia para quienes aún están detenidos en Palmasola y San Pedro.

//@VisorBolivia/  Fotos: Facebook/ El Deber/ Archivo//