COCALEROS: ¿POR QUÉ SE AGARRAN TANTO CON LOS YUNGAS?

Fiscalía y Policía acusan a Franclin Gutiérrez por “instigación y tentativa de asesinato” en el caso La Asunta

Ayer la policía volvió a intervenir el mercado de la coca de Villa Fátima / ENCONTRADOS

SOCIEDAD | 28 Ago 2018

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- La intervención policial a los Yungas de La Paz, zona productora de la hoja de coca tradicional en Bolivia, ha cobrado una vida y con ello el régimen empezó a descabezar a la dirigencia que en los últimos años se volvió crítica a la administración de Evo Morales, bajo denuncias de supuesta “organización criminal y narcotráfico”.

Este martes, se conoció la imputación de la Fiscalía Corporativa de Provincias contra el dirigente Franclin Gutiérrez, acusándolo de asesinato en grado de tentativa e instigación, además de portación ilícita de armas, en la investigación por la muerte del teniente de la patrulla rural dependiente de la Fuerza de Tarea Conjunta, Daynor Sandoval y las heridas a siete efectivos policiales.

Aquel hecho ocurrió el pasado viernes cuando la FTC intervino las plantaciones de coca en la región de La Asunta. La versión oficial es que hubo una emboscada cocalera, mientras los productores denuncian un autoatentado.

Gutiérrez, presidente de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz – ADEPCOCA, momentos antes de ser apresado por un contingente policial, preguntó “¿por qué se agarran tanto con los Yungas y no con esas zonas excedentarias?”, en referencia a la zona del trópico cochabambino, donde se produce la coca que no pasa por el mercado regular, según datos de la UNODC.

La respuesta parece tener connotación política, luego de la resistencia que hizo Gutiérrez y su gente a la imposición de una dirigencia afín al partido de Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo – MAS, que pretendía tomar ADEPCOCA en marzo de este año.

Morales pidió, en julio, "sacar a chutazos" a sus críticos en La Asunta / ABI

OTRO COCALERO PRESIDENCIABLE?

El joven dirigente cocalero de 34 años se equiparó a Morales, el presidente vitalicio de las seis federaciones del Chapare, para anunciar la creación de un nuevo partido político y su presentación como candidato a la Presidencia del Estado en las elecciones generales de octubre de 2019.

El parangón con Morales no resulta suelto, pues las acusaciones con las que se trata de imputar a Gutiérrez retraen a la memoria el episodio del año 2000, cuando el entonces diputado del MAS fue señalado por la muerte y tortura de los esposos Andrade, en el Chapare, en un macabro suceso aún no esclarecido.

También el poder económico de los productores de coca es equiparable entre la zona de Yungas y el trópico cochabambino. Morales emprendió la carrera presidencial desde su reducto sindical, mientras Gutiérrez ya comenzaba a ser parte visible de los movimientos de protesta contra la administración del proceso de cambio, por ejemplo, participando en las reuniones del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia – CONADE, donde se encuentra la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia – APDHB o la Universidad Mayor de San Andrés – UMSA, entre otras instituciones.

Otra característica de los Yungas paceños en estos meses fue la apertura de sus cabildos a gente contestataria al régimen que, en talleres y seminarios, lograron activar la conciencia de la población frente al panorama autoritario que hoy vive Bolivia. El analista Iván Arias y los periodistas Andrés Gómez y Gonzalo Rivera estuvieron en la zona los últimos meses.

Precisamente, la dirigencia del MAS en los Yungas denunció e incluso amenazó a los invitados, con sindicaciones de “tratar de dividir al movimiento cocalero” o ser “operadores de la derecha”.
Los periodistas fueron recibidos en los dos últimos seminarios sobre comunicación y liderazgo, con las calles empapeladas con acusaciones de ser “enviados del imperio”.

El propio mandatario Evo Morales se refirió a la presencia de estos conferencistas llamando a ejercer violencia contra quienes considera una amenaza para su control de militancia.

“Estoy informado, aquí están viniendo a los Yungas exviceministros de ADN, Hugo Bánzer Suárez y Goni para confundir con talleres, seminarios. Si yo fuera cocalero de los Yungas, de chutazos sacaría de aquí porque no tienen ninguna moral ni autoridad para estar confundiendo”, dijo el mandatario a sus militantes reunidos en la localidad de La Asunta el pasado 17 de julio.

Jóvenes yungueños se encuentran en estado de emergencia / ÁNGEL FERNÁNDEZ

EL MISMO DISCURSO NEOLIBERAL

En criterio del exsenador y dirigente campesino Lino Villca, el régimen actúa con un discurso similar al de los gobiernos neoliberales que apuntaban contra el movimiento cocalero, en especial del Chapare, con denuncias sobre “terrorismo y narcotráfico”.

Según expuso Villca a radio Panamericana, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, lanza denuncias como sus antecesores en esa cartera de Estado, Carlos Sánchez Berzaín y Guillermo Capobianco, miembros del gabinete del Movimiento Nacionalista Revolucionario – MNR y del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria – MIR, respectivamente.

Romero, hoy, desde Santa Cruz, se limitó a decir que deja el caso en manos de la Fiscalía, pero reiteró que en Yungas existen “organizaciones criminales”.

Este dirigente fue parte de las organizaciones sociales del norte paceño y fue fundador del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos – IPSP, germen del MAS.

Recordó que las intervenciones dentro de la política “coca cero” en el Chapare, acudían a denuncias contra Morales o la alta dirigente del masismo Leonilda Zurita, acusándolos de proteger al narcotráfico y tratando de sembrar pruebas en su contra.

El caso del teniente muerto por impacto de bala, en una supuesta emboscada cocalera, es para Villca algo improbable, pues los productores de coca son comerciantes que buscan su sustento diario con las plantaciones de la hoja y no gente que anda armada. Esa estrategia respondería a una forma de inculpar a la dirigencia cocalera para descabezarla, acotó.

Mientras el proceso penal contra Gutiérrez avanza, una columna de mujeres marchistas ha partido desde La Asunta el lunes y la dirigencia en estado de emergencia por la persecución a cinco de sus delegados anunció medidas de presión y bloqueo de caminos para las siguientes horas.

Finalmente, Gutiérrez es consciente que Evo Morales lo quiere tras las rejas en el penal de San Pedro. “Seguramente me quiere ver tras las rejas porque mi persona siempre ha estado pidiendo que se respete la CPE y la democracia”, dijo antes de la audiencia cautelar.

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