Alertan que migración venezolana comienza a tornarse vandálica

Más de 500 migrantes venezolanos se registraron como súbditos de paso en tres ciudades del país / ARCHIVO LA RAZÓN

SOCIEDAD | 21 Jul 2019

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- Desde las redes sociales, hace un par de semana, se ha venido denunciando actos de vandalismo, atracos e incluso estafas de algunos súbditos venezolanos que, en calidad de migrantes, han llegado al país producto de la diáspora del régimen de Nicolás Maduro. Un caso particular parece confirmar la tendencia violenta de la migración caribeña.

Desde que los migrantes venezolanos comenzaron a llegar al país, sobre todo a las ciudades capitales del eje troncal, la solidaridad boliviana se dejó sentir. Algunos caribeños llegaron con recetas de las tostadas de maíz o arepas, para comercializarlas; otros trajeron bolsas de dinero, con la moneda local Bolívar Fuerte, para cambiarlos por comida pues en su país la inflación ha hecho que el papel moneda ya no valga nada.

La venta de dulces o los pedidos de una colaboración monetaria en el transporte público siempre tuvo respuesta positiva de la gente a familias enteras que escaparon del chavismo a La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, pero aquello parece que está por cambiar.

“Ahora te piden como si fuera una obligación y hasta te amenazan”, citó un usuario de Facebook al denunciar el actuar de venezolanos apostados entre la calle Comercio y la pasarela de la Pérez Velasco. “Ya no se puede caminar por El Prado sin que se acerquen entre dos o tres y te obligan a darles dinero”, remarcó otra persona.

Este domingo, en La Paz, le tocó el turno a la escritora Kary Arias, a quien un grupo de estos migrantes de paso le arrebataron su bolso.

La exesposa del anterior defensor del Pueblo, relató lo sucedido esta mañana, cuando un grupo de seis venezolanos la rodearon mientras ella estaba sentada en una banca del paseo de El Prado. Los sujetos le pidieron dinero e incluso comida.

"Debe prevalecer tu sentimiento de hermandad latinoamericana y tu espíritu solidario ante todo. Piensa que tú podrías estar en el lugar de ellos. Pero mientras respiraba profundo, bebía mi cuarto batido y cerraba mis ojos unos segundos abatida por el resfrío y problemas personales, dos de ellos se apropiaron de una pequeña mochila en la que, por suerte, únicamente cargaba un minimapa a la Muela del Diablo y tres antigripales LCh”, escribió Arias, en su peculiar estilo, en su cuenta de Facebook.

Debido a esta mala experiencia, añade Arias, “ni por todos los santos o convicción” ayudaría a un venezolano, aclarando que no generaliza a esos súbditos, pero sí a los casos que poco a poco comienzan a aparecer sobre estafas u otros ilícitos cometidos en el último tiempo.

“Sé que no hay que generalizar, pero experiencias como esta nos llenan de impotencia, dudas y temor”, agrega.

La solidaridad boliviana se da con decenas de familias caribeñas que salen a las calles cada día / ARCHIVO EL DIARIO

Hace dos semanas, una ciudadana venezolana de nombre Eliana Guerrero, fue denunciada por robo en el local Cafeína de la zona sur, al haber estafado más de Bs 20 mil por concepto de facturas no ingresadas al sistema del negocio. El dueño del local dijo que existen otras empresas de la zona que también sufrieron este tipo de robo, pero que no sentaron denuncia a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen - FELCC, porque la mujer siempre era “escoltada” por una “pandilla” de compatriotas suyos.

En marzo se dieron las primeras alertas por la presencia de grupos violentos de migrantes en cercanías de la línea verde del Teleférico, zona obrajes de La Paz.

El entonces jefe departamental de la FELCC, coronel Jhonny Aguilera, hoy destinado en Santa Cruz, informó que se estaba haciendo seguimiento al caso, lanzando una reflexión a estos migrantes.

“Nuestra recomendación es que no incurran este tipo de conductas, pues, más allá de la nacionalidad, lo que corresponde a la Policía es provocar su persecución”, decía entonces, el comandante policial.

Precisamente fue en marzo cuando el tema de la diáspora venezolana se volvió tema de debate en la agenda pública.

Un operativo de la Dirección Nacional de Migración logró identificar a 15 súbditos venezolanos que se encontraban de forma irregular en la sede de gobierno. Revisados sus antecedentes y documentos se confirmó que ya habían cumplido el plazo de permiso o tránsito en la ciudad de 90 días.

Seis de estos ciudadanos fueron expulsados el 18 de marzo acusados de "conspiración política". El hecho generó reacción en la opinión pública boliviana que se solidarizó con los migrantes caribeños. Hoy la ciudadanía, sobre todo paceña, comienza a desconfiar por la comprobada acción violenta de estos pequeños grupos.

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