Analistas: radicalización del MAS encubre falencias del Gobierno y la justicia "es una farsa"

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POLÍTICA | 26 Ago 2021

Canedo dijo ser “pesimista” sobre el futuro político del país porque el MAS durante catorce años ha logrado posicionar su discurso de confrontación 

ANF.- El nuevo escenario de tensión que vive el país a partir de la radicalización discursiva del Movimiento al Socialismo (MAS), el “uso político de la Justicia” y la imposición de una línea dura en las expresiones y acciones, desde el expresidente Evo Morales hasta los diputados y dirigentes de los sectores afines a ese partido, descartan por completo la propuesta conciliatoria del vicepresidente David Choquehuanca y parecen parte de una estrategia destinada a encubrir las falencias de la gestión de Luis Arce frente a una aparente “frustración” social respecto a la crisis económica.

El análisis corresponde a la analista política y socióloga María Teresa Zegada y a la socióloga y antropóloga Gabriela Canedo, quienes participaron en un conversatorio sobre la coyuntura política, moderado por el director de la Agencia de Noticias Fides, Sergio Montes S.J., junto a los analistas Pedro Portugal, historiador, y Carlos Hugo Molina, abogado.

Zegada indicó que cuando el MAS apunta contra los opositores, los medios de comunicación, la Iglesia Católica, la Unión Europea (UE), la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otras entidades, está mostrando la necesidad que tiene el Gobierno de “imponer una visión tremendamente unilateral” de la realidad del país.

La analista ve, además, que los sectores populares “están con una expectativa cada vez más frustrada respecto al gobierno de Arce” porque no se han solucionado los problemas económicos, de salud y educación, si bien reconoció que “el mayor logro” del Gobierno es el avance de las estadísticas en la vacunación contra el Covid-19.

“La manera en que están encubriendo un poco estas falencias es a través de la radicalización de discursos”, sostuvo Zegada, para luego señalar que en sectores informados cada vez hay más argumentos para que se caiga la “narrativa del golpe” usada por el Gobierno, pero eso no parece interesar a los sectores populares.

A su juicio, la postura del Ejecutivo está llegando al extremo de la violación de los derechos humanos de la expresidenta Jeanine Añez, cuya salud física y mental se ha deteriorado tras su prisión de más cinco meses.

Esas imágenes, según Zegada, sensibilizan a las personas, pero no logran desequilibrar el campo de la lucha política manejado “por los aparatos de poder y la cúpula dura del MAS, que es lo más preocupante”.

Canedo: “Todo se mueve como una farsa en el marco de la legalidad”

A su turno, Canedo subrayó que en la política boliviana la lógica “amigo-enemigo” termina en juicios por “cualquier cosa” y no siempre contra líderes opositores, sino contra cualquiera que se haya manifestado contra el Gobierno.

“Todo se mueve como una farsa en el marco de la legalidad y los juicios”, señaló Canedo, para luego criticar que el presidente Luis Arce no muestre “ni una pizca de conciliación”, ni tenga, a su juicio, una actitud de estadista, y polarice entre el apoyo del 55 % de votos que obtuvo en los comicios del 2020 con el 45 % contrario, que considera “golpista, derechista”.

En ese sentido, subrayó que la lógica amigo-enemigo se refleja también en las críticas de Morales contra la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA) “que no valen nada” para el líder del MAS.

Llamó la atención sobre la interrogante de saber si hay “un proceso de acumulación del descontento” como ocurrió en 2019, que derivó en una crisis política con la renuncia de Morales tras las presiones sociales en las ciudades y las sugerencias hechas por las Fuerzas Armadas y la Policía.

Dijo que la duda está en conocer si en efecto hay ese proceso de acumulación ante “tanto abuso” o, en su lugar, hay un miedo a ser procesado y encarcelado.

Ven las opciones de cambio en el largo plazo

Para la analista política María Teresa Zegada en este momento los cuestionamientos efectivos contra el Gobierno parece que no llegarán desde la oposición o de los intelectuales, sino desde el “campo de lo popular”, de indígenas y campesinos, o de grupos exmasistas, cuando no encuentren soluciones a sus problemas concretos.

Dijo que una sumatoria de “cuestionamientos de distinto signo” podría conformar lo que se denomina una “cadena de equivalencias” por un interés común como una corriente democratizadora, “pero todo eso necesita de un proceso de formación y acumulación, que ahora no hay”.

Zegada admitió que frente a la “omnipotencia” de la cúpula dura del MAS o de la figura de Morales, el panorama de cambio parece “bastante desolador”, si no hay una “maduración” entre los sectores sociales.

En ese sentido, Canedo sostuvo que la posibilidad de un cambio puede ser de larga duración, incluso de décadas.

“La crítica o la reflexión de la misma gente (del MAS) yo la veo como un período de muy larga duración. Es decir que nos faltan muchas décadas para que un cambio o el nacimiento de un liderazgo desde estas organizaciones populares, se dé”, concluyó la socióloga.

Canedo dijo ser “pesimista” sobre el futuro político del país porque el MAS durante catorce años ha logrado posicionar su discurso de confrontación y copar muchas de las instituciones de base, frente a una oposición que trata de organizarse, pero que tiene limitaciones por el mismo tiempo que lleva ejerciendo.

//FUENTE: ANF//