SUGIEREN QUE SIGUIENTE GOBIERNO CONVIERTA OBRAS “FARAÓNICAS” EN HOSPITALES

Solo en tres obras se sobrepasó los 100 millones de dólares en costos de infraestructura

Sede del Parlamento de UNASUR se estrenó con goteras esta semana / PÁGINA SIETE

POLÍTICA | 27 Abr 2018

VISOR BOLIVIA / Redacción Central.- Cívicos, políticos, activistas. Las voces son unánimes para pedir que las denominadas “obras faraónicas” sean convertidas en centros de salud por el siguiente gobierno que deberá asumir el poder Ejecutivo en 2020. Las infraestructuras más cuestionadas son la Casa del Pueblo, el museo de Orinoca y la sede de UNASUR.

Uno de los primeros políticos en lanzar la idea del cambio de funciones para los edificios de la era Evo Morales, fue Samuel Doria Medina, que sugirió como primera tarea de la nueva administración, convertir el “palacio de Evo” en un hospital.

“El Gobierno que venga después de Evo (cualquiera sea), tiene la obligación moral de convertir el nuevo palacio de Morales en un hospital”, escribió en las redes el jefe de Unidad Nacional.

La edificación, oficialmente denominada “Casa del Pueblo” tiene un costo que fluctúa entre los 35 y 42 millones de dólares y se prevé que sea entregada a principios de 2019. El edificio tiene 28 pisos, cuenta con un helipuerto y repite los lujos que tiene la residencia presidencial de la zona de San Jorge, como un gimnasio y un sauna.

Morales ya se refirió a estas observaciones en diciembre y calificó a sus críticos como “mezquinos”.

“No entiendo la mezquindad de algunos hermanos que critican, no creo que sean paceños. Éramos un estado inquilino y en estos años hemos terminado con eso”, citó.

El edificio se construye detrás del Palacio de Gobierno que se convertirá en un museo, luego del traslado de los funcionarios de la Presidencia.

Se prevé que otras oficinas del Ejecutivo se trasladen a plaza Murillo para terminar con el pago de alquileres en otros inmuebles privados.

La Casa del Pueblo con 28 pisos y su propio helipuerto / INFOGRAFÍA RIMAY PAMPA

En tanto, la sede de UNASUR que se encuentra en la población de San Benito en Cochabamba, también es vista como un siguiente nosocomio de tercer nivel.

Esta semana se estrenó esa edificación que costó entre 45 a 63 millones de dólares, con la XII Cumbre de Presidentas de Parlamentos del mundo, un evento que reunió a mujeres de 20 países y sus comitivas en dos días de debate. Sin embargo, el miércoles, durante el almuerzo se notó las goteras en pleno comedor, algo ya recurrente en las infraestructuras del régimen de Evo Morales.

El presidente del Comité Cívico de Cochabamba, Juan Flores, inició hoy su campaña particular en las redes sociales para que la sede de UNASUR se vuelva un “hospital referente para toda Sudamérica”, desde el primer día del próximo gobierno.

Flores reafirmó que Morales no será candidato por el candado constitucional del 21F en el artículo 168 de la CPE.

El pedido se sustenta también por la separación del bloque de UNASUR, que la anterior semana vivió el retiro de reuniones de seis países justo cuando Bolivia tomó la presidencia Pro Témpore.

Las organizaciones sociales, empero, se anticiparon a estos pedidos sobre el tremendo bloque de tres plantas de San Benito, pues quieren que la edificación se convierta en sede de los sindicatos que sostiene al régimen del Movimiento Al Socialismo – MAS.

El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia –CSUTCB), Jacinto Herrera, adelantó el pedido bajo dos líneas: que las reuniones de las organizaciones indígenas a nivel internacional se realicen en la sede de UNASUR y que esa edificación sea “sede definitiva de las organizaciones sociales”, según reportó el matutino Página Siete.

El museo de Orinoca fue una de las primeras edificaciones cuestionadas por opositores y sociedad / WEB

El museo de Orinoca, llamado como museo de la revolución cultural, edificada en la región donde nació Evo Morales, en el área rural de Oruro, con un costo aproximado de 7 millones de dólares, fue sugerido para convertirse en otro hospital que sirva a la atención de niños con cáncer.

El segundo Alvaro Garcia, en su acostumbrado tono descalificador, dijo que quienes se oponen al museo son unos “racistas” y reivindicó la figura de Morales como “líder del mundo indígena”.

Los costos de todas las obras fueron detallados por la periodista Amalia Pando, convirtiendo a la administración de Evo Morales como la más despilfarradora de la historia. Para el régimen se trata de las mejores inversiones para Bolivia pues se aprovecha el dinero que ha generado la nacionalización de los hidrocarburos y la actual estabilidad económica y política.

Otro edificio, esta vez construido hace cuatro décadas, es el exhotel Plaza, ubicado en pleno centro paceño y que el régimen embargó a sus propietarios por temas impositivos. La oposición también sugiere que ese hotel con sus respectivas habitaciones se convierta en un hospital oncológico para niños.

//@VisorBolivia//