Escribe Carlos Armando Cardozo

El show debe continuar

Escribe Carlos Armando Cardozo

OPINIÓN | 25 Abr 2019

Luego del bochornoso espectáculo brindado por el Ministro Arce Catacora en una entrevista donde fue consultado acerca del monto necesario para comprar la canasta básica familiar, poco o nada queda de la imagen de uno de los “Chuquiago Boys”, artífices del vanagloriado Modelo Económico Social Comunitario Productivo.

La pérdida de credibilidad e imagen del ministro como un referente serio dentro del gabinete de Morales es una mera anécdota comparada con las medias verdaderas con las que se ha ido manejando la economía nacional en los últimos 13 años.

Hablar de la economía familiar es un tema muy delicado, más si se toma en cuenta que es un año electoral, Arce fue torpe incluso descuidado desde un punto estrictamente político, más allá de esto, el mensaje entrelineas es brutalmente claro: la economía del país es un pilar más de todo el show mediático alrededor del mito, del Proceso de Cambio.

En lo que respecta al Salario Mínimo Nacional, este creció en promedio un 13,59% anual en el periodo 2006-2017, levemente superior al periodo anterior (1991-2005, valga la aclaración son los únicos datos de periodos previos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística-INE) donde lo hizo a tan solo el 9,94%. Entre tanto el Índice de Precios al Consumidor (IPC), indicador que refleja la evolución de los precios de los productos representativos de la canasta familiar, ha tenido un comportamiento de tendencias similares al progreso registrado en el caso del Salario Mínimo Nacional, el periodo (2006-2017) en este caso ha sido ligeramente inferior al periodo anterior (1991-2005) mencionado líneas arriba, es así que registrando un crecimiento anual de 5,77%, frente al 6,14% herencia de los gobiernos tradicionales.

Curiosamente, cuando se analiza la composición del IPC, como muchos analistas señalan los productos así como las proporciones que estas representan dentro de la canasta familiar tienen una dinámica que requiere de su actualización por lo menos cada 5 años siendo lo recomendable cada 3-4 años, se topa con información por demás restringida en relación a la metodología utilizada para su ponderación.

De acuerdo a información del INE, la metodología utilizada para el cálculo del nuevo IPC base del año 2016 que entró en vigencia el año 2018 tiene una composición de 12 categorías que engloban un total de 397 productos genéricos y 513 específicos. De ese total de productos genéricos tan solo 24 de ellos tienen un peso específico del 43,07% del conjunto del IPC, es decir tan solo el 6,05% de los productos genéricos determinan el comportamiento del precio de cerca de la mitad de la canasta familiar.

Las cifras del INE no terminan de cuadrar, ¿estamos ante un accidente involuntario o un error bien planificado?, pues bien, el IPC por sí solo no tendría mayor relevancia que la evaluación del desempeño económico del país. Pero como bien quedo establecido en un inicio, todo lo maquinado desde el Gobierno Central son pasos de cara a la simple reproducción del poder.

No debemos olvidar que el IPC determina el rumbo que van a seguir las negociaciones acerca de sueldos y salarios, costo de vida, pobreza y empleo por citar solo algunos ejemplos ilustrativos.

El error deliberado en el IPC permite no solamente disimular cualquier indicio de inflación en la economía interna del país, arrojar datos optimistas en cuanto a los avances en la lucha contra la pobreza, sino también establecer un punto de partida con un margen considerable de ventaja de cara al proceso de negociación sobre los incrementos en el salario mínimo nacional y haber básico que convocan tanto a la Central Obrera Boliviana como al Gobierno Nacional religiosamente año tras año en vísperas de mayo.

La economía al servicio de la agenda política de un Gobierno cada vez más acorralado, trae como resultado intervenciones desesperadas como las del Viceministro de Presupuesto, Jaime Durán, que no solamente intento exculpar a Arce, sino también de desvió la atención hacia los medios a los cuales acusa de distorsionar y tergiversar maliciosamente las explicaciones magistrales del que fuera hasta hace poco una de las personalidades más influyentes e importantes dentro del círculo de Morales.

Finalmente, me permito citar al ficticio, pero no menos brillante Frank Underwood con la siguiente frase: “No somos nada más ni nada menos que lo que escogemos revelar de nosotros”; particularmente sugiero volcar el foco de la opinión pública del ministro y evaluar el Modelo Económico en el que se sostiene el proyecto de país que buscan perpetuar.

//*CARLOS ARMANDO CARDOZO LOZADA ES ECONOMISTA, MÁSTER EN DESARROLLO SOSTENIBLE Y CAMBIO CLIMÁTICO Y PRESIDENTE DE FUNDACIÓN LOZANÍA//

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